sábado, 3 de marzo de 2012

Érase una vez

Érase una vez una institución de formación que nació hace muuuucho tiempo. Sus primeros pasos no fueron fáciles pero poco a poco se fue haciendo así misma con la ayuda, comprensión y participación de la comuniad educativa. Y llegó felizmente a mayor dando servicio, ayuda, formación, renovación e investigación al necesitado mundo educativo. Pero un día llegaron los tecnócratas, los hombres grises, y decidieron sin más razón ni verdad acabar con todo aquello por el mero hecho de ser una institución en manos del profesorado. Demasiado subversivo, demasiado peligroso para aquellos que estudiaron en colegio de pago lo que era la democracia pero no la ganaron en la calle.